Natalia y la dignidad


Había una vez una niña llamada Natalia a la que un día en el colegio la hablaron de la dignidad. Como había estado jugando no se enteró de nada.
Al día siguiente les mandaron hacer una redacción sobre la dignidad así que le preguntó a su madre qué era la dignidad. Su madre la dijo que ya le contaría un cuento pero que ahora tenían que cenar. La madre que siempre cumplía sus promesas le contó el cuento. Y es este que os voy a contar.

Érase una vez una niña llamada Anika que vivía en Vietnam. Allí a los niños les obligan a trabajar. Como a todos los demás, a ella también la obligaban y ya estaba harta. Un día tuvo un sueño: soñó con que iba al palacio real y le decía al rey que ella y todos los demás estaban hartos de trabajar y de que les dejaran sin dignidad. También le dijo que como no les dejaran ser niños y jugar pagaría las consecuencias. Anika pensó que seria una buena idea y la puso en práctica. El rey no se lo creyó y al día siguiente pago las consecuencias. Su hija, la joya mas preciada había desaparecido. Se la habían llevado los niños para que trabajara y viera lo duro que era. El rey mandó que todos sus guardias fueran a buscarla y después de media hora se presentó junto con todos los niños. La niña, que mientras había estado trabajando se había dado cuenta de lo duro que era, le dijo a su padre-papá quiero que les dejes tener una vida digna como la de cualquier niño y si no te gusta la idea ya te puedes olvidar de mi. Porque gracias a esos niños he entendido lo duro que es ser uno de ellos y encima no tener dignidad-Así fue como los niños consiguieron una vida digna de un niño y además consiguieron una amiga nueva, que, por supuesto era la hija del rey.
FIN
A Natalia le gustó mucho el cuento y lo más importante de todo le salió una redacción estupenda. Y colorín colorado estos dos cuentos se han acabado.
FIN
MORALEJA: No permitas que te quiten la dignidad.
                                                                                           Celia Gutiérrez Laso